Volvimos a Italia! Llegamos a Bari desde Dubrovnik en ferry, ni paramos en Bari, pero una vueltita para salir nos fue suficiente para comprobar que estábamos ante algo muy parecido al Chuy. Llegamos temprano e hicimos ruta toda la mañana para cruzar de este a oeste y llegar a Salerno a almorzar. El menú estuvo acorde con la vuelta a las tierras tanas y nos mantuvimos con las pizzas. Salerno no nos asombró mucho, es una ciudad con bastante poco movimiento y poca cosa para ver más allá de una linda rambla sobre el mar Tirreno. Aprovechamos para dormir una siesta y hacer surtido antes de arrancar la Costa Amalfitana.
Definitivamente hay alguna similitud entre los tanos y los nepalíes. Los tanos manejan como enfermos! La ruta sobre la costa amalfitana es estrecha y ellos no tienen ningún problema en andar rapidísimo y hacer todo tipo de finitos. Le falta una buena cantidad de bocinas considerables, y les sobra un poquito de señalización pero sin duda no están tan lejos de los nepalíes. El paisaje en la ruta es espectacular, aparecen los pequeños poblados o simplemente alguna casa suelta sobre las rocas, colgadas de alguna manera impensable sobre el agua. Muy pero muy pintoresco.
Como era muy tarde pasamos de largo por Amalfi y seguimos en busca del camping que nos indicaba nuestro querido/odiado GPS. Después de pedir indicaciones a algunos lugareños, les cuento que nuestro GPS tiene la execelente virtud de acercarnos a los destinos y no precisamente de llevarnos a ellos, encontramos el camping. Estaba metido en una plaza en un pequeño poblado en un montaña... sí, medio raro. Nos instalamos, salieron ñoquis con tuco de cena, descansamos y al día siguiente después de reservarnos un apartamento en Roma y de hacerle un delicado "camuflato" a nuestra camioneta (que estuvo a cargo de Nacho) salimos rumbo a Amalfi.
Amalfi es un pueblo muy pintoresco, con una playita preciosa y un montón de bolichitos muy pintorescos. El día acompañó pero nos mató no estar preparados para hacer playa porque realmente era un día para darse un lindo baño refrescante (hacía mucho calor!!), así que nos arreglamos con un heladito.
Después de almorzar y pasar buena parte de la tarde en Amalfi, seguimos camino. La ruta siguió teniendo un paisaje espectacular! Hicimos una recorrida rápida de Positano, paramos en algunos lugares puntuales con una vista espectacular y sobre la noche llegamos a Sorrento. Ahí nos quedamos un rato, caminamos por unas peatonales muy pintorescas (ya no estábamos en un pueblito, más bien es una ciudad) y disfrutamos de la vista de Nápoles. Después arrancamos rumbo a Pompeya para amanecer ahí ya que al día siguiente de noche nos esperaba Roma!
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