lunes, 31 de agosto de 2009

Liverpool

Después de un largo camino (y no por un tema de distancias) llegamos a la ciudad de los Beatles!! Liverpool es una ciudad puerto, muy linda, pero sobre todo es la ciudad de los Beatles. Haciendo honor a eso lo primero que hicimos fue visitar el museo "oficial" de la banda, que me resultó muy interesante y muy cargado (tal vez demasiado, aunque se podía hacer sin problemas una visita más light). De noche, también hicimos honor a la banda inglesa, y fuimos a The Cavern a ver algo de música. Si bien el punto de partida de la carrera de los Beatles está reconstruido y no es el original, estuvo bueno escuchar algo de música y estar un rato ahí. La música en vivo era un grupo de hombres mayores muy divertido (con las correspondientes grupies de su edad jeje).




Siguiendo con lo que habíamos visto en Londres, Liverpool también tiene una dedicación especial hacía los espacios abiertos, que supimos aprovechar. Además de parques muy lindos y muy verdes como los de Londres, la parte costera está muy bien aprovechada. El Albert Dock que alberga un montón de espacios interesantes (como el museo de los Beatles y el Tate) y también le dedicamos un buen rato. El trayecto desde Londres y todo lo que pasó en el camino nos tenía muy cansados así que aprovechamos estas cosas para descansar un poco sin dejar de disfrutar la ciudad.


La noche que nos quedamos dormimos en un Formula 1 que está adentro de la ciudad de Liverpool y aprovechamos para cocinar ahí. El último día en Liverpool tuvimos que hacer varias llamadas por todo el tema del choque y los autos alquilados para lo que hicimos base en uno de nuestros queridos Pret que nos han recibido también en Inglaterra.


Camino a Dover (desde donde volvíamos a cruzar a Francia) dormimos en un hotel muy prolijo, los 7 en una habitación para 4 (tras buscar durante horas algún lugar para dormir y convencer al recepcionista de que era tarde y no teníamos un mango). Con los colchones inflables y los sobres de dormir este tipo de opciones se tornan muy viables. En Dover entregamos el auto alquilado y cruzamos en el ferry con todo el equipaje en la Meriva (quedaba lugar solo para dos personas adelante). Llegando a Calais nos estaba esperando un taxi que había mandado la aseguradora que nos llevó hasta un camping ya que era muy tarde para ir a levantar el otro auto alquilado (que tendría el volante en lado izquierdo). Esa noche aprovechamos para hacer un segundo surtido en Carrefour y reorganizar el equipaje del auto.



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