miércoles, 28 de octubre de 2009

Helsinki

En Estocolmo no separamos en dos grupos, y aprovechando que no teníamos camioneta y teníamos dos autos, cada grupo se quedó con un auto (todo en regla, siempre con el titular del alquiler). Hubo división de bienes y a esta altura del viaje la separación del grupo ya es dura y se extraña. Andre y Nacho Correa se quedaron en Estocolmo, y Nacho, Cachi, Gabi y yo partimos a Finlandia para arrancar el viaje a Rusia (que no es en camioneta, sino en excursión).

Junto con una buena cantidad de camionetas de la generación cruzamos desde Estocolmo a Turku (Finlandia). El viaje duró más de 10 horas, pero se hizo muy corto porque teníamos un camarote para los cuatro con baño incluido (todo un lujo).


Cuando llegamos a Turku, como no teníamos gps (no nos había tocado en la división de bienes) nos juntamos con la camioneta de las “chicas y fede” y las seguimos, primero a un edificio de Aalto (esto fue todo el tiempo que le dedicamos a la arquitectura en Finlandia), y después al camping en Helsinki donde pasaríamos la noche antes de salir para San Petersburgo. En el camping se juntó toda la generación (todos los que íbamos a Rusia), nos recibió Marcel (el personaje que organiza la excursión a la peligrosísima Rusia en sus términos), preparamos los bolsos y dejamos los autos y camionetas.


Ese día hubo asado, sí sí, con muuuucha carne! Tanta que en el almuerzo comimos mucho y además cenamos. También hubo picada, pollo, cerdo y el asado estuvo a cargo de Santi y Matías que se ahumaron pero la rompieron porque todo quedó riquísimo. Después de semejante almuerzo, estando nublado (lo que hace muy tentador dormir en la carpa) salió una siesta de varias horas. En todos los viajeros se nota mucho cansancio de la vida de camioneta y nomadismo, algunas camionetas tienen muchos problemas, otras menos, pero igual todos felices con el viaje. Obviamente, a nadie le viene mal unas noches de hotel en Rusia jeje.



Esa noche en Helsinki fue muy fría, definitivamente estamos más cerca del círculo polar ártico, pasamos mucho frío. Al día siguiente, aprontamos las valijas, guardamos las cosas que no llevábamos en el auto, quedaron todas las camionetas y autos guardaditos, y nos acomodamos en los tres ómnibus que nos iban a llevar hasta San Petersburgo (el viaje estuvo eterno! Fueron como 12 horas).



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